
Philippe Perrenoud (2007). DIEZ NUEVAS COMPETENCIAS PARA ENSEÑAR. INVITACIÓN AL VIAJE, Graõ, Colofón, México, 168 págs.
Este libro es una lectura
obligada para los docentes, es una invitación a un viaje, una guía destinada al
profesorado que busca comprender hacia donde va encaminado el oficio de
enseñar. Hace referencia a las nuevas competencias, que contribuyen en la lucha
contra el fracaso escolar, promueven el ejercicio de la ciudadanía y dan realce
a la práctica reflexiva.
El sociólogo Philippe Perrenoud
es profesor en la Universidad de Ginebra. Sus trabajos sobre desigualdad y
fracaso escolar lo han llevado a interesarse por cuestiones como: trabajo
escolar, prácticas pedagógicas, innovación y formación del profesorado.
El autor considera que aspectos
como: práctica reflexiva, profesionalización, trabajo en equipo y por
proyectos, autonomía y responsabilidad ampliada, tratamiento de la diversidad,
énfasis en los dispositivos y las situaciones de aprendizaje, sensibilidad con
el conocimiento y la ley conforman un “escenario para un nuevo oficio”.
Escenario que aparece en un marco de crisis, al momento en que los docentes se
refugian en su clase y en las prácticas que dan constancia a sus aptitudes.
Decidir en la incertidumbre y
actuar en la urgencia es un elemento que caracteriza la experiencia de los
profesores, quienes realizan una de las tres
profesiones que Freud llamaba “imposibles”, ya que el alumno se resiste al
saber y a la responsabilidad.
El propósito del texto consiste
en dar a conocer competencias profesionales; hace hincapié en lo que cambia y,
por consiguiente, en las competencias que representan un horizonte, más que una
experiencia consolidada.
En el texto se afirma que el
individualismo de los docentes comienza con la impresión de que cada uno tiene
una respuesta personal y original a preguntas como: ¿qué es enseñar?, ¿qué es
aprender? Pero la profesión docente no es inmutable, sus transformaciones pasan
sobre todo por la aparición de nuevas competencias (relacionadas, por ejemplo,
con el trabajo con otros profesionales o con la evolución de las didácticas), o
por el énfasis de competencias reconocidas, por ejemplo; para hacer frente a la
heterogeneidad creciente de los alumnos y a la evolución de los programas.
Cualquier referencial tiende a pasar de moda, a la vez porque las prácticas
cambian y porque el modo de concebirlas se transforma. Hace treinta años, no se
hablaba de un modo tan corriente del tratamiento de las diferencias, de la
evaluación formativa, de situaciones didácticas, de práctica reflexiva o de
metacognición.
Las competencias seleccionadas
por el autor y consideradas prioritarias son coherentes con el nuevo papel de
los docentes, la evolución de la formación continua, las reformas de la
formación inicial y las ambiciones de las políticas de la educación.
El texto plantea como pretensión
principal comprender el movimiento de la profesión docente, para lo cual
plantea diez competencias.
1. Organizar
y animar situaciones de aprendizaje.
2. Gestionar
la progresión de los aprendizajes.
3. Elaborar
y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación.
4. Implicar
a los alumnos en sus aprendizajes y en su trabajo.
5. Trabajar
en equipo.
6. Participar
en la gestión de la escuela.
7. Informar
e implicar a los padres.
8. Utilizar
las nuevas tecnologías.
9. Afrontar
los deberes y los dilemas éticos de la profesión.
10. Organizar
la propia formación continua.
El ejercicio de la competencia es
importante para la práctica educativa; por tanto, es “la capacidad de movilizar
varios recursos cognitivos para hacer frente a un tipo de situaciones”. Esta
definición involucra cuatro aspectos:
1.
Las
competencias no son en sí mismas conocimientos, habilidades o actitudes, aunque
movilizan, integran y organizan recursos.
2.
Esta movilización sólo resulta
pertinente en situación, y cada situación es única, aunque se la pueda tratar
por analogía con otras, ya conocidas.
3.
El ejercicio de las competencias
pasa por operaciones mentales complejas, sustentadas por esquemas de
pensamiento, que permiten determinar (de un modo consciente y rápido) y
realizar (de un modo eficaz) una acción relativamente adaptada a la situación.
4.
Las competencias profesionales se
crean en formación, pero también a merced de la navegación cotidiana del
practicante, de una situación de trabajo a otra.
Además, para identificar una competencia hay que considerar tres
elementos complementarios:
§ Los tipos
de situaciones de las que da un cierto control.
§ Los recursos que moviliza, conocimientos teóricos y metodológicos,
actitudes, habilidades y competencias más específicas, esquemas motores,
esquemas de percepción, evaluación, anticipación y decisión.
§ La naturaleza de los esquemas del pensamiento que permiten la
solicitación, la movilización y la orquestación de los recursos pertinentes, en
situación compleja y en tiempo real.
Las diez competencias de
referencia son consideradas prioritarias en la formación continua del
profesorado, ejemplos de competencias más específicas para trabajar son:
1.
Organizar y animar situaciones de
aprendizaje
Ejemplos:
§ Conocer, a través de una
disciplina determinada, los contenidos que hay
que enseñar y su traducción en objetivos de aprendizaje.
§ Trabajar a partir de las representaciones de los
alumnos.
§ Implicar a los alumnos en
actividades de investigación, en proyectos de
conocimientos.
2. Gestionar la progresión de los aprendizajes
Ejemplos:
§ Concebir y hacer frente a situaciones problema ajustadas al nivel y a
las posibilidades de los alumnos.
§ Observar y evaluar a los alumnos en situaciones de aprendizaje, según un
enfoque formativo.
3. Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de
diferenciación
Ejemplos:
§ Hacer
frente a la heterogeneidad del grupo-clase.
§ Practicar un apoyo integrado, trabajar con los alumnos con grandes
dificultades.
§ Desarrollar la cooperación entre alumnos, y ciertas formas simples de
enseñanza mutua.
4. Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y en su
trabajo
Ejemplos:
§ Fomentar el deseo de aprender, explicitar la relación con el
conocimiento, el sentido del trabajo escolar y desarrollar la capacidad de
autoevaluación en el niño.
§ Ofrecer
actividades de formación opcionales “a la carta”.
§ Favorecer
la definición de un proyecto personal del alumno.
5. Trabajar en equipo
Ejemplos:
§ Elaborar
un proyecto de equipo, de representaciones comunes.
§ Afrontar y analizar conjuntamente situaciones complejas, prácticas y
problemas profesionales.
§ Hacer
frente a crisis o conflictos entre personas.
6. Participar en la gestión de la escuela
Ejemplos:
§ Elaborar
y negociar un proyecto institucional.
§ Administrar
los recursos de la escuela.
7. Informar e implicar a los padres
Ejemplos:
- Favorecer reuniones informativas y de debate.
§ Dirigir
las reuniones.
§ Implicar a los padres en la valorización de la construcción de
conocimientos.
8. Utilizar las nuevas tecnologías
Ejemplos:
§ Explotar los potenciales didácticos de programas en relación con los
objetivos de los dominios de enseñanza.
§ Comunicar
a distancia a través de la telemática.
§ Utilizar
los instrumentos multimedia en su enseñanza.
9. Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la
profesión
Ejemplos:
§ Prevenir
la violencia en la escuela.
§ Luchar contra los prejuicios y las discriminaciones sexuales, étnicas y
sociales.
§ Desarrollar el sentido de la responsabilidad, la solidaridad, el
sentimiento de justicia.
10. Organizar la propia formación continua
Ejemplos:
§ Establecer un control de competencias y un programa personal de
formación continua.
§ Negociar un proyecto de formación común con los compañeros (equipo,
escuela, red).
§ Aceptar y
participar en la formación de compañeros.
El inventario de competencias que
describe el texto no es definitivo, el autor pretende fomentar el debate y un
acercamiento progresivo de puntos de vista, por ello vale la pena leer el texto
completo: Diez nuevas competencias para enseñar, ya que en él se describe un
futuro posible y deseable para la
profesión docente.
Díaz Flores, Martha
Reseña de "DIEZ NUEVAS
COMPETENCIAS PARA ENSEÑAR" de Philippe Perrenoud
Tiempo de Educar, vol. 9, núm. 17,
enero-junio, 2008, pp. 153-159
Universidad Autónoma del Estado de
México
Toluca, México

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